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El Riesgo del Mercurio en La Vacunas

Queridos amigos angelinos:
Nací en esa linda ciudad, hace 52 años, pero la mayor parte de mi vida ha transcurrido en Santiago.
Soy mamá de tres hijos (31, 29 y 20 años) y abuelita de dos nietos: Jesús de 4 años y Agustín de 3 años.
Hace más de un año y medio, noté que mi nieto Jesús (quien vive en mi casa junto a mi hija), paulatinamente cambiaba su actitud y en vez de avanzar, retrocedía hasta perder la capacidad de hablar..., no hacía contacto ocular… lloraba sin motivos… se irritaba con facilidad… no jugaba con sus juguetes como antes, etc. Sólo colocaba sus autitos en grandes hileras…

Visitamos neurólogos, psiquiatra infantil y los distintos diagnósticos no nos satisfacían y algunos predecían un futuro lapidario, para Jesús y la familia entera… Fue un peregrinar de especialistas… fue conocer otros niños en centros de Autismo y llorar…
Valeria, mi hija, llegó a “Bioautismo” y fue la llave que nos mostró la realidad y el camino a seguir, para recuperar a mi nietito…

¿QUÉ HABÍA PASADO…?
En países avanzados, se ha descubierto que el Autismo, Déficit Atencional y otros síntomas que indican un trastorno en el desarrollo normal de un niño, está ligado por la intoxicación que produce el mercurio, que contienen las vacunas…
Sí, las mismas vacunas que les ponemos a nuestros hijos, desde que salen del útero materno, hasta alrededor de los 48 meses de vida…
El mercurio es un preservante, pero en países desarrollados lo han quitado porque han descubierto el daño que produce…

El autismo llegó a Chile el año 1943, coincidentemente, con las vacunas.
El doctor Enrique Paris, Presidente del Colegio Médico de Chile y destacado Toxicólogo, reconoce que el mercurio es dañino para la salud: “Cualquier metal pesado que entra al organismo del niño, lo puede dañar…”. Este médico está en contra de obligar a los padres, que vacunen a sus hijos, piensa que primero deben informarse y luego decidir.
La palabra “Autismo” es una palabra compuesta del prefijo grieto auto (que significa uno mismo) y del sufijo ismo, que forma sustantivos abstractos.
El psiquiatra austriaco, de origen judío, Leo Kanner (1896 – 1981) fue quien describió el autismo.
El concepto “Autismo” abarca una serie de trastornos que influyen en las habilidades de sociabilización, comunicación y la empatía.
Una de las características de los cientos de niños, que se clasifican dentro del espectro autista, es que poseen una alteración en la flora intestinal, lo que implica muchas molestias relacionadas con el sistema digestivo. Esto es conocido como Disbiosis Intestinal.
La flora intestinal permite una función de barrera protectora para que, agentes patógenos y desechos sigan su curso, así nuestro organismo sólo se ve beneficiado con los nutrientes que necesitamos, para el normal desarrollo y equilibrio fisiológico, desintoxicación de metales y efecto antioxidante.
Tener disbiosis intestinal, significa que se permite el paso de alimentos no digeridos al torrente sanguíneo, especialmente péptidos (aminoácidos), tóxicos, bacterias y otras sustancias dañinas y esto no permite el normal funcionamiento del sistema nervioso (efecto similar al que está bajo una droga).
Además, tener la flora intestinal dañada, implica problemas como diarrea, estreñimiento, dolor estomacal, mala digestión, etc.
CUANDO CAMBIAMOS LA DIETA ALIMENTICIA, estamos ayudando a los niños a desintoxicar su organismo, para que puedan desarrollar habilidades, modificar la conducta, estimular el habla, la socialización, etc, es decir, tener una vida como todos los de su edad.
Es un proceso lento, y pasa por las siguientes etapas:
• Cambiar la dieta alimenticia: libre de gluten, caseína, azúcar, preservantes, colorantes, soya y otros. Al comprar cada producto, será necesario leer los ingredientes.
• Limpiar el intestino de hongos y parásitos (si hubieran).
• Regenerar el intestino y optimizar la función digestiva.
• Complementar la dieta con suplementos nutricionales, como probióticos, vitaminas, etc.
• Sacar las toxinas fuera del organismo (detoxificar).
• Detoxificar los metales pesados (Mercurio y otros más si los hubiere (como Plomo, Aluminio, Cadmio).
• Reforzar el sistema inmunológico.

En este periodo se debe evitar la ingesta de antibióticos, medicamentos, nuevas vacunas y otros, que vuelvan a agredir el organismo.
La dieta debe ir acompañada de terapias multidisciplinarias, con la finalidad de modificar conductas, motivar el lenguaje y aprendizaje, etc. Existen distintas terapias: Terapia ABA (enseña habilidades a través de resaltar lo positivo por medio de premios), TEACCH (se basa en la comunicación visual, por medio de imágenes y símbolos que representan palabras o conceptos), PECS (comunicación visual y de lecto-escritura), Vitaminosis (dar al niños una serie de vitaminas que carecen, como las vitaminas del Complejo B), Método Tomatis y Berard (adiestramiento auditivo con la finalidad de abrir canales en el cerebro del niño), Músico terapia (busca un vínculo con el niño a través de la música y el ritmo), Delfino Terapia, Equino Terapia, etc. (contacto del niño con animales).
Los avances son distintos en cada uno de ellos, pues cada niño es un ser único. Lo importante, es tomar en cuenta lo citado, para dibujar un futuro de inserción escolar y social.
Para que todo lo narrado nos entregue óptimos resultados, es necesario un compromiso de toda la familia y de la sociedad entera. Así, el niño sentirá la seguridad, apoyo y amor, que tanto requiere.
Un saludo y bendiciones.


Astrid Goñi Larenas (Escritora Antonia París - astrid.gonil@gmail.com)

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